La consumación de la independencia en las provincias de Sonora y Sinaloa

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“Para comprender adecuadamente el fenómeno de la independencia, es necesario abandonar ese anacronismo territorial y tener claro que la circunscripción político territorial que existía a principios del siglo XIX era la Intendencia de Arizpe que estaba bajo la autoridad de un gobernador intendente”, señaló el doctor José Marcos Medina Bustos.

Explicó que no sería adecuado hablar de la independencia en Sonora o en Sinaloa, sino en la Intendencia de Arizpe pues se trata de una acotación importante porque no se puede separar lo que sucedía en la parte baja de la intendencia de lo experimentado en la parte alta. 

El profesor-investigador de El Colegio de Sonora mencionó que el peso de las corrientes nacionalista y estructuralista, ha influido para que hasta hace poco tiempo no se hayan investigado otras facetas relacionadas con la manera como se enfrentó en Sonora y Sinaloa el proceso independentista, tales fueron la crisis monárquica, la participación en el bando contrainsurgente, la institucionalidad y práctica política liberal, la obtención de la independencia a través del Plan de Iguala, entre otras. 

Detalló que un tema recurrente en la historiografía es la pregunta de por qué no prendió en el norte la insurgencia como lo había hecho en el Bajío y se alude a diversos aspectos, como la lejanía, la ignorancia de las clases populares, la baja densidad poblacional, la guerra con los apaches, el férreo control de las autoridades de la Intendencia, entre otros.

“La guerra insurgente no llegó a Sonora y fue rápidamente controlada en Sinaloa, esto no significa que todo haya seguido igual. 

En primer lugar porque cientos de soldados de los presidios de Sonora, entre los que se encontraban indígenas ópatas, se trasladaron al sur de la intendencia para combatir a los insurgentes, llegando hasta la Nueva Galicia, Nueva Vizcaya, Coahuila y Valladolid”, dijo. 

Medina Bustos añadió que otro fenómeno que se generó en el combate contrainsurgente fue que muchos de los oficiales presidiales, miembros de las familias principales de la provincia de Sonora, habían encontrado que esta guerra era más favorable para sus carreras militares que el combate contra los indígenas nómadas. 

Destacó que una vez obtenida la independencia, se resolverán viejas peticiones de las elites regionales, como la apertura de los puertos de Guaymas y Mazatlán al comercio marítimo, con lo cual se desarrollarán el comercio y las actividades productivas, creándose nuevos polos de crecimiento demográfico. 

 Para finalizar describió que otro elemento novedosos será el establecimiento, ya sin retorno, de órganos representativos de gobierno a nivel local y provincial, en donde las elites regionales podrán decidir su propio destino, cuyo momento cúspide fue cuando se creó el Estado Libre y Soberano de Occidente en 1824. 

Para consultar la participación del doctor Medina Bustos en la XVI semana de historia económica del norte de México, puede consultar: https://www.facebook.com/SociedadSonorenseDeHistoria/videos/410917203801110  

Escrito por Ana Rosa Sánchez Orendain

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