“El estudio de la Logia Masónica Cananea No. 4, abre otra perspectiva en la historiografía sonorense: la masonería, la cual había sido abordada solo como algo anecdótico. En esta investigación se profundizó en su estudio, utilizando fuentes primarias que permitieron reconstruir las relaciones sociales de la masonería en Cananea, con lo cual se logró pasar de los imaginarios sobre esta sociabilidad, a identificar a las personas de carne y hueso que participaron en ella y sus actividades de ayuda mutua y beneficencia”, sostuvo Carlos René Villarreal Peralta.

El egresado de la promoción XVI del programa de Maestría de El Colegio de Sonora, mencionó que una faceta poco documentada de las actividades de la masonería en Sonora, en específico de la de Cananea No. 4, es que daba mucha importancia a las labores altruistas al prestar ayuda a los afectados por catástrofes naturales, así como a los ‘hermanos’ y sus familiares que se encontraban en desgracia. 

Durante la defensa de su tesis, el pasado 29 de octubre, destaca que algunas de sus acciones de beneficencia se manifestaron como donativos a damnificados en cataclismos y durante los años de la crisis económica o revolucionaria, estas acciones se tornaron hacia los mismos miembros, los cuales padecieron las adversidades posteriores a 1906.

“Tener acceso al archivo de la Logia Masónica Cananea No. 4, permitió adentrarse en el funcionamiento de esta logia, logrando así la realización de un trabajo pionero que espero aliente posteriores investigaciones sobre la masonería, teniendo en cuenta que su hermetismo no es total, hay forma de obtener información relevante para conocer el papel de esta sociabilidad tan importante en la historia de México y seguramente también de Sonora”, expresó.

Villarreal Peralta agregó que la revisión exhaustiva de la documentación de la logia permitió conocer la importante correspondencia que mantuvo con la Gran Logia Valle de México, ejemplo temprano de una sociabilidad asociativa que formaba parte de una red nacional, y también sobre su cercanía con la frontera norteamericana y el contacto con los extranjeros que llegaron a Cananea, lo cual le dio un carácter cosmopolita. 

Destacó que la obligación de ayudar a los afectados era otro de los deberes de las logias, a tono con su ideal unión y solidaridad fraternal de los masones entre sí, ya que en los estatutos se definía el cargo de hospitalario, como el responsable de conservar y distribuir los fondos destinados a beneficencia, los cuales eran un rubro separado de la tesorería, y cuya denominación era "saco de pobres". 

El hospitalario también se encargaba de la administración y tenencia de toda comisión de beneficencia.

Para finalizar, añadió que espera que este trabajo sea de ayuda para quienes en el futuro deseen indagar en la historia de las logias masónicas en Sonora o México pues, estos grupos estaban conformados por individuos de las élites locales que eran profesionistas, funcionarios, hombres de letras y comerciantes; en general formaban parte de una sociedad intelectual. 

Los doctores José Marcos Medina Bustos (director de tesis); Alfonso Torúa Cienfuegos; e Ignacio Lorenzo Almada Bay fungieron como sinodales en la defensa de esta tesis titulada: “La Logia Masónica Cananea No. 4, 1906-1916. Una sociabilidad en tiempos de crisis