Fecha de publicación: 17/06/2020 Tweet Compartir
“Es una llamada a la reflexión sobre nuestros hábitos de consumo de agua, nuestro nivel de participación como ciudadanos en este importante tema de salud pública y el interés que demostramos en las acciones y los esfuerzos que el gobierno realiza a fin de diseñar e implementar políticas públicas para proveer agua de calidad”, advierte María Elena Vega Amaya.
En su libro ¿Agua segura? El mercado de agua embotellada en Hermosillo la egresada de El Colegio de Sonora menciona que el objetivo general de la investigación fue identificar los factores que han incidido en el crecimiento de un mercado local de agua purificada en garrafón.
Destaca que en Hermosillo, el desarrollo del mercado de agua embotellada se ha llevado a cabo como un mecanismo no planeado, en el cual convergen factores como la exposición a eventos que han reforzado una percepción negativa sobre la calidad del agua que se provee por medio del servicio público.
“La ausencia de políticas públicas que garanticen la calidad del agua; la falta de informes públicos de fácil acceso por parte del Organismo Operador de Agua (OOA); y un marco institucional y regulatorio débil en relación a la supervisión de las unidades económicas que se encargan de la purificación y el embotellado de agua”, expone.
Vega Amaya indica que el 87.3 por ciento de los ciudadanos en Hermosillo no consuman agua de la llave y el primer factor es la falta de confianza hacia la calidad del agua que provee el OOA, seguido por el temor a contraer alguna enfermedad, el mal sabor y el contenido de cloro en el agua.
Es importante agregar que este aumento en el consumo de agua purificada conlleva grandes problemas, ya que aunado al impacto en los ingresos familiares, debe recalcarse el costo que genera para el medio ambiente. En la producción de un litro de agua purificada se desperdician cuatro más.
“El descuido y desatención de los sistemas públicos de agua, a la par del favorecimiento generalizado por el agua embotellada como creciente remplazo del agua potable de calidad, no puede más que agravar la situación. Resulta alarmante que la aplicación de este derecho se haya comprometido por la deficiencia del gobierno para proveer un servicio tan elemental, como es ofrecer agua de calidad a los hogares”, añadió.
El consumidor es quien toma la decisión de tomar agua de garrafón o de la llave, pero tiene derecho a hacer esta elección con base en la información sobre la calidad de las opciones que tiene para abastecerse, puntualizó.
Este es el más reciente título editado por El Colegio de Sonora y estará en los próximos días disponible para su venta.