Tiempos y realidades


colson

Zulema Trejo Contreras

La vida en los tiempos del COVID-19 

Los seres humanos somo gregarios por naturaleza, nos interrelacionamos unos con otros de múltiples maneras y en una gran diversidad de ámbitos. El aislamiento no es una forma de vida habitual par nosotros, por el contrario, el vivir unos alejados de otros es consecuencia pocas veces de decisiones voluntarias, la más de las veces la decisión de aislar un grupo o grupo de personas es la respuesta a situación peligrosa o de inminente peligro. 

En estas últimas semanas la pandemia producto del COVID-19 ha conducido a que nivel global se haya tomado la decisión de imponer medidas aislacionista, como forma de prevención del contagio. 

El slogan “Quédese en casa” ha suscitado un sinfín de reacciones, algunas de las cuales son de tipo emocional por ejemplo las sensaciones de claustrofobia, los rasgos depresivos, la frustración. Este tipo de emociones hace más difícil acatar la instrucción de permanecer en nuestras casas, y probablemente es debido a ello que desafiamos a las autoridades al salir de la casa, quizá sin necesidad, exponiéndonos de esta manera al contagio. 

Sin embargo la tecnología nos ofrece la posibilidad de “romper” el cerco ya que plataformas como Skype, zoom, face time entre otras permiten hacer reuniones grupales entre amigos, familiares, docentes y estudiantes. 

La convivencia a través de estas redes y otras evita, en la medida de lo posible, las reacciones emocionales negativas que pudiera generar el quedarse en case puesto que ver a las personas en una pantalla y escuchar su voz en tiempo real es casi lo mismo que estar conversando personalmente, es más, en estas semanas la mejor y única forma de comunicación segura. 

Cada vez se ve con mayor naturalidad la programación de una reunión de amigos o familiares a través de alguna de las redes que mencioné anteriormente, y si bien lo virtual no sustituye a lo presencial.

A parte de las reuniones virtuales, otro reto que nos presentó la pandemia por corona virus es realizar actividades cotidiana por la vía remota, y con ello me refiero no solo al trabajo o la escuela, sino también a la compra de víveres y otros artículos necesarios en el hogar. 

Como sociedad estamos aprendiendo que hacer frente a situaciones extraordinarias como la presente nos lleva a desplegar mecanismos de adaptación que nos permiten sobrevivir en un ambiente no del todo amigable.   


Scroll to Top