Día Estatal del jornalero y jornalera agrícola


colson

Yolanda Velázquez

Sonora es un importante agroexportador de productos de calidad, que año con año requiere de miles de trabajadores y trabajadoras en los campos agrícolas. Desde el 2016 el “Día estatal del jornalero agrícola” se festeja el 29 de noviembre. 

En dicho día se reconoce la valiosa aportación de poco más de 100 mil hombres y mujeres trabajadores en zonas de cultivo ubicadas en Miguel Alemán, Caborca, Empalme, el Valle del Yaqui y Estación Pesqueira, según la Red Nacional de Jornaleros y Jornaleras Agrícolas.

Como parte de la celebración del día, se realizan conferencias motivacionales organizado por sindicatos locales. 

En las que han participado importantes personajes como el astronauta José Hernández en 2016 y la premio Nobel Rigoberta Menchu en 2017, quienes trabajaron también en los campos agrícolas.

Sin embargo, es necesario ir más allá y reflexionar sobre la agenda pendiente que se tiene con las jornaleras y los jornaleros, en el cual el continuum de violaciones sistemáticas comienzan a través del sistema de “enganche” o reclutamiento con falsas promesas de trabajo: con guarderías, viviendas, mejores salarios, entre otros aspectos.

Posteriormente son trasladados en transportes inseguros (vehículos irregulares, en hacinamiento y sin mantenimiento) y a su llegada se enfrentan a bajos salarios, extenuantes jornadas laborales, sin seguridad social, con limitadas opciones de educación para las y los hijos, lo cual repercute en la escasa movilidad social. 

Algunos se asientan en comunidades con servicios precarios como agua, luz, drenaje y alumbrado público. Además se enfrentan a condiciones climáticas extremas, como en las temporadas de calor, característica particular de nuestro estado. 

Esta violación continua de derechos se recrudece con el pasar de los años y vulnera la calidad vida una vez que llegan a adultos mayores, pues no tienen garantizada una jubilación y son rechazados en los campos al no ser considerados como mano calificada y productiva.

Las jornaleras perciben salarios menores en comparación con sus compañeros e inclusive trabajan durante el embarazo. Además viven el hostigamiento y acoso sexual dentro de los campos invisibilizado y silenciado. 

Finalmente las jornaleras y jornaleros con su trabajo y esfuerzo, posibilitan que la agroindustria y productos sonorenses como la uva, esparrago, el melón, sandía, chile y calabaza, entre otros, tengan presencia en el mercado internacional, lo cual significa desarrollo económico para el estado y los agroempresarios, mientras en esta población se reproduce generacionalmente la pobreza, marginación y el olvido por parte del estado.

Para concluir, es vital que reflexionemos desde una posición de los derechos humanos y de justicia social porque al hacerlo -y al garantizarlo- se dignifica la vida de esta población y las futuras generaciones. 

*Asistente de investigación del Centro de Estudios en Salud y Sociedad de El Colegio de Sonora e integrante del Grupo de Trabajo de Jornaleros/as Agrícolas en Sonora (GT-JAS). Correo: gvelazquez@colson.edu.mx      


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