Para generar un espacio de reflexión académica e intercambio sobre las dimensiones de la desaparición de personas en el país, se realizó el coloquio “Trayectorias de búsqueda de personas desaparecidas”, organizado por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) durante el 18 y 19 de noviembre pasados.

En el evento se contó con la participación de la estudiante del programa doctoral de El Colegio de Sonora, Lizette Sandoval Meneses, quien fue ponente en la mesa titulada “Desaparición y feminicidio”, en la que expuso algunos de los elementos centrales de su investigación, orientada al análisis de la violencia de género y los mecanismos institucionales y comunitarios que intervienen en las búsquedas de mujeres desaparecidas. 

Igualmente, la doctorante Sandoval Meneses participó en la Jornada de conversatorios por una vida libre de violencia, igualitaria, libertaria, justa y de paz, en modalidad virtual, el pasado 8 de diciembre. En esta sesión, presentó la ponencia “Retos y desafíos de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres y el combate a la violencia feminicida”, en la cual abordó los avances, limitaciones y necesidades urgentes para fortalecer este mecanismo de protección y su impacto en la prevención de la violencia.

Durante sus intervenciones, Sandoval Meneses subrayó la necesidad de comprender la desaparición y el feminicidio como fenómenos interrelacionados que exigen perspectivas integrales y enfoques sensibles al género para su estudio y atención. A la vez, advirtió sobre la importancia de visibilizar el trabajo que realizan colectivos, familias y comunidades en la búsqueda de verdad y justicia.

La participación de la doctorante contribuyó al diálogo interdisciplinario convocado por ambos espacios y reafirmó la relevancia de continuar impulsando investigaciones que permitan profundizar en las causas estructurales de la desaparición y la violencia contra las mujeres, así como en las respuestas sociales e institucionales frente a esta problemática.

La discusión sobre la desaparición en México es de especial relevancia, debido a la magnitud y complejidad del fenómeno que afecta a miles de familias y, sobre todo, evidencia profundas fallas estructurales en materia de seguridad, justicia y derechos humanos. 

Este problema ha dado lugar a la movilización constante de colectivos y familiares, quienes han desempeñado un papel fundamental en visibilizar la crisis humanitaria y exigir acciones efectivas para la búsqueda, localización y prevención.