Fecha de publicación: 22/11/2021 Tweet Compartir
En función de estos gastos como el pago de pensiones, intereses por la deuda, pensiones no contributivas, la nómina gubernamental y las participaciones a estados y municipios es que se elabora el presupuesto de egresos y se sabe el margen que se tienen que cumplir con aquellos compromisos ya hechos, con objetivos de planeación de política pública, objetivos de gobierno de obra pública, entre otros, señaló la doctora Liz Ileana Rodríguez Gámez.
Ante la aprobación del presupuesto de egresos para el próximo año por parte del Congreso de la Unión, la especialista mencionó que de los 7 billones de pesos etiquetados, alrededor del 74 por ciento se emplea en gastos programables como nómina y salarios, así como rubros específicos ya etiquetados.
“Hacemos el presupuesto al revés, el proceso presupuestario está de cabeza, generalmente se supondría que primero revisamos con cuántos ingresos contamos para luego hacer nuestra programación de gastos pero realmente y sobre todo a nivel federal, lo que hacemos es ver cuáles son los gastos a los que no podemos renunciar”, sostuvo.
La profesora-investigadora en El Colegio de Sonora destacó que se trata de un tema que a todos concierne, que todos deberían de estar enterados y que todos deben opinar, participar al respecto, y como parte de esta democracia participativa se esperaría que los representantes defendieran los intereses de la ciudadanía.
Mencionó que cuando se requiere hacer ajustes en el presupuesto, lo primero que se piensa es en recortar la inversión y es éste gasto el que va a causar una mayor derrama en la economía, más que otro tipo de gasto, y es importante pensar en cómo incorporar a la iniciativa privada para potencializar las grandes obras y crear el efecto multiplicador.
Recordó en 2015 los ingresos por impuesto representaban el 55 por ciento y para el siguiente año se incrementaron hasta alcanzar el 72 por ciento del total para el presupuesto, lo cual ha ayudado a sortear los malos escenarios económicos que se han presentado desde entonces y antes de la presencia de la emergencia sanitaria.
“El presupuesto de manera muy general dice cuánto dinero necesita recaudar el gobierno y cómo va a gastar esos recursos, según las prioridades que se tengan y según los objetivos de política que en el entorno ideal tendrían que canalizarse a generar mejoras en las condiciones de vida de la población”, expone.
Rodríguez Gámez indicó que para 2022 el presupuesto asignado para Estados y Municipios tendrá un incremento del 5 por ciento y es importante conocer que este incremento se realizó en función del comportamiento de la economía y el propio esfuerzo que llevan a cabo cada entidad y localidad.