“A diferencia de los europeos y estadounidenses, la mayoría de los chinos aportaron su fuerza de trabajo en el desarrollo de la región. La protección brindada por el gobierno porfirista a los chinos, mediante la política migratoria, les permitió tener un periodo de relativa tranquilidad, pues a la sociedad sonorense no le quedó más que tolerarlos en beneficio del desarrollo”, señalan los doctores Carlos Alberto Chacón Flores e Ignacio Almada Bay. 

Sin embargo, esto no evitó que en Sonora se construyera un imaginario racista sobre ellos, advierten en su artículo titulado Por la patria y por la raza. Un estudio sobre la exclusión china de Nacozari de García y Pilares de Nacozari, Sonora, 1915-1925, publicado en el número 20 de la revista Intersticios Sociales de El Colegio de Jalisco. 

Explican que los chinos desde su llegada al estado de Sonora, a finales del siglo XIX, fueron recibidos con hostilidad debido al estereotipo negativo generado a su alrededor, la violencia y las medidas legales en su contra tuvieron como causas diferencias culturales, aspectos económicos y un nacionalismo excluyente. 

“Se seleccionaron los municipios de Nacozari y Pilares como espacios de análisis debido a que albergaron poblaciones chinas numerosas y en ellos se desarrolló un movimiento antichino fuerte y agresivo”, sostienen. 

Los primeros chinos que llegaron, mencionan, lo hicieron como mano de obra contratada para la construcción del ferrocarril entre Nacozari y Agua Prieta y al finalizar los trabajos de construcción del ferrocarril, los chinos optaron por quedarse e incursionar en el sector comercial y de servicios, además de emplearse como obreros en la mina de Pilares. 

Detallan que la revolución mexicana alteró la frágil convivencia entre la población sonorense y la china, pues los revolucionarios buscaron distanciarse del Antiguo Régimen para crear una identidad nacional que diera origen a una nueva nación, así los chinos se convirtieron en un chivo expiatorio , pues llegaron a este país como parte de las políticas del Antiguo Régimen. 

En la década de los veinte, se puso en marcha una campaña caracterizada por la expedición de leyes antichinas, y el congreso del estado de Sonora aprobó dos leyes en contra de la población china: la Ley 27 y la 31, esta última formulada como iniciativa de ley por varios municipios como el de Nacozari y otros contiguos a éste.

“El trasfondo de las leyes era apropiarse de las actividades económicas de los chinos. 

La expedición de leyes estatales antichinas justificó legal y moralmente los ataques contra los chinos. La frustración de varios nacionalistas excluyentes al ver que las leyes antichinas no eliminaron la presencia china de sus lugares de residencia, los llevó a tratar de excluirlos con sus propias manos”, finalizan. 

El texto puede consultarse de manera gratuita en esta dirección: http://www.intersticiossociales.com/index.php/is