Fecha de publicación: 27/03/2020 Tweet Compartir
“Necesitamos hacer todo lo posible para hacer más lenta la propagación del virus, de ahí la importancia de bajar el ritmo, lo que necesitamos es que no se acelere la propagación”, advierte el doctor Pablo Reyes Castro, sobre la situación en México por el COVID-19.
El profesor-investigador de El Colegio de Sonora explica que como ya se ha visto en ciertos países, a medida que el número de casos se incremente, el sistema de salud no podrá soportar el ritmo de atención o atender la carga que representa la enfermedad.
Señala que aunque el virus del COVID-19 tiene una baja letalidad para la mayoría de la población, es importante evitar el contagio hacia los grupos de población vulnerable como lo son los adultos y adultas mayores, así como personas con enfermedades crónicas.
“Otro factor importante es que precisamente porque no es tan letal puede existir un exceso de confianza, porque si bien la mayoría de los casos van a ser asintomáticos o con síntomas leves, no quiere decir que no puedan propagar la enfermedad y eso representa poner en riesgo a personas vulnerables y es algo que debemos considerar todos en conjunto para el bien común”, dijo.
El especialista en epidemiología agregó que como se ha informado que una vez que exista una vacuna para atacar esta enfermedad, no será una solución para implementarse de manera inmediata pues se requiere de al menos un tiempo de espera de entre 12 a 18 meses después de que se apruebe su uso, además de lo que tomaría producirla y distribuirla.
Destaca que la población en México es joven y podría no presentar síntomas del virus, pero es importante poner atención y acatar las medidas preventivas para no contagiar a más personas, pues al revisar casos como los de Italia y España, este factor fue el más importante para evitar el contagio a grupos vulnerables como adultos mayores, quienes son los que han fallecido por esta causa.
“La población en Italia tiene 45 años o más, en México la edad mediana es de 28, pero no nos podemos atener a eso porque para ese caso, Alemania tiene también una población envejecida con una media de 47 años y ¿cómo comparamos entonces las 7 mil 500 defunciones en Italia con las 206 que ahorita está registrando Alemania? Alemania si tomó decisiones a tiempo”, expresó.
Reyes Castro añadió que la velocidad de propagación es mayor a la de una simple gripe, la cual es de 1.5 por cada persona infectada y con el COVID-19 el ritmo se incrementa para contagiar de 2 a 3 personas, lo cual es un número que debe ponerse a consideración.