Fuera de Ruta


Portales, lunes 25 de octubre de 2021, año 20, número 864
colson

María del Carmen Castro Vásquez

Cáncer de mama y promoción de la salud

Un diagnóstico de cáncer de mama (CaMa) siempre es una noticia terrible, nos llena de miedo, de incertidumbre y se nos pone la vida a prueba, en muchos sentidos. Aunque este tipo de cáncer puede desarrollarse en varones, estos casos no pasan del 1 por ciento de todos los casos. En la Iniciativa Mundial contra el Cáncer de Mama, que busca reducir la mortalidad por esta causa, la OMS señala que hay 3 ejes centrales que deben implementarse por los países para lograr este objetivo: la promoción de la salud para una detección precoz; el diagnóstico oportuno; y la gestión integral del cáncer de mama. Se dice fácil. 

En estos párrafos me interesa enfatizar cómo una estrategia como la promoción de la salud (PS), implementada de forma oportuna, eficiente y efectiva, salva muchas vidas, pues interviene con buenas prácticas a nivel individual, pero también colectivo; aunque es un problema de salud complejo, pueden llevarse a cabo medidas sencillas, a través de los programas de PS tanto públicos como sociales.

Podemos recordar que el sobrepeso y la obesidad es un factor de riesgo para el CaMa, que una alimentación rica en grasas y alto consumo de alimentos muy procesados, también. 

El consumo de alcohol y tabaco contribuyen en parte, y ni qué decir de vivir en ambientes muy contaminados, ya sea por radiación, fumigantes y otras sustancias tóxicas. Contar con información oportuna sobre este tipo de cáncer, ayuda a tomar mejores decisiones. Estas intervenciones, sobre las que podemos tener una mayor injerencia, nos corresponde a todas y todos, pero especialmente a la política pública en salud. Hay otros factores de riesgo es lo que podemos hacer mucho menos como la predisposición genética, o la edad de la primera menstruación, o la historia reproductiva.

Cuando se confirma un diagnóstico positivo de CaMa, sobre todo en etapas tempranas, hay más seguridad de resolverlo. Todo esto nos lleva a enfatizar lo indispensable de la PS, pues ésta puede intervenir en distintos niveles en el cuidado de la salud; la enfermedad hay que enfrentarla de manera integral, desde la detección precoz, diagnóstico y tratamiento oportuno, con rehabilitación y los cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida, como lo plantea la OMS. 

Pero lo cierto es que a pesar de los avances científicos, que han contribuido a la disminución de la mortalidad por CaMa en las últimas dos décadas, dichos avances se concretan especialmente en los países de ingresos altos, a diferencia de lo que pasa en los países de ingresos medios y bajos, donde se ubica México, que aun no se benefician en la aplicación de esos avances.

La promoción de la salud enfatiza que es mejor prevenir que curar; incluso trasmite la idea del cuidado social y colectivo, de compartir las responsabilidades con las instituciones encargadas. 

En México, el CaMa es la primera causa de muerte dentro la variedad de cánceres de las mujeres mayores de 20 años, pero casi la mitad de las que mueren son mujeres mayores de 59 años. Aunque Sonora no esta entre los primeros lugares por mortalidad a nivel nacional, es importante enfatizar que en los últimos diez años se ha ido incrementando, según datos de INEGI. 

La pandemia por COVID-19 también ha pegado duro en el mantenimiento de los programas públicos de salud, como el de detección oportuna de diversas enfermedades no transmisibles. Hay registro de la caída abrupta en el número de consultas, de estudios de detección temprana, de diagnósticos oportunos y un adecuado seguimiento a casos, por las restricciones de acudir a los servicios de salud. Se registra que las pruebas de detección de CaMa en el país, disminuyeron 80 por ciento o más (La Jornada, 19 oct 2021). Pero hay que ser optimistas, la pandemia ha disminuido, y hay nuevos aires políticos en Sonora, lo que alienta las propuestas y colaboraciones con el sector salud. 

 *Profesora-investigadora en El Colegio de Sonora.          


Scroll to Top