Zulema Trejo Contreras
La cuarta transformación A partir de la última campaña presidencial la frase “cuarta transformación” pasó a formar parte del vocabulario cotidiano. Se habla de la cuarta transformación y se da por hecho que todas y todos sabemos de lo que estamos hablando sin embargo no es habitual que nos cuestionemos ¿por qué una cuarta transformación? Si la etapa que estamos viviendo en estos momentos es un cuarto periodo de transformación, ¿cuáles fueron las otras tres?, ¿o hubo tres etapas de previas a la que vivimos?, o simplemente la frase cuarta transformación tiene un significado que no está relacionada con algún proceso de desarrollo.
Si vemos el significado de la frase desde una perspectiva histórica el cuestionamiento puede responderse con base en una cronología histórica de las etapas de transformación social que han conformado la de México; es así que podemos hablar del proceso de independencia como la primera gran transformación, ya que al consumarse la independencia en 1821 se transitó de ser una colonia de España a ser un país independiente con un gobierno.
La segunda transformación se ubica en el siglo XIX, específicamente a finales de la década de 1860.
¿Qué cambió en ese tiempo?, ¿hubo otra transición? No exactamente, pero sí tuvo lugar un acontecimiento trascendental en la historia de México, esto es, la derrota del gobierno imperial a cuya cabeza se encontraba el emperador Maximiliano I de México, quien murió fusilado en Querétaro en el verano de 1867.
A partir de ese año finalizaron los intentos de establecer un gobierno monárquico en México, y si bien los conflictos entre diferentes grupos políticos continuaron por algunos años más, estos nunca tuvieron como bandera el establecimiento de una monarquía en nuestro país.
La tercera transformación fue la revolución iniciada en 1910, la primera revolución del siglo XX. Al igual que las dos anteriores épocas de transformación, esta implicó un conflicto armado que afectó a todo el país.
Como sucedió con las anteriores, en esta también se realizaron cambios como el reparto agrario, la promulgación de una nueva constitución, la prohibición de la reelección en los cargos de gobierno entre varios más.
Así pues, desde el punto de vista histórico tiene mucho sentido hablar de una cuarta transformación, aunque ello no significa que la explicación histórica sea la única que fundamente la expresión de “cuarta transformación”.