Observatorios Urbanos


colson

Ramiro Antonio López

Fracasa intento de criminalizar la ayuda humanitaria 

El viernes 15 de noviembre acudí a la Corte Federal del Distrito de Arizona, en Tucson, para observar la audiencia penal en la que durante varios días se sometió a juicio a Scott Warren, un profesor de la Universidad Estatal de Arizona y voluntario de la organización humanitaria No Más Muertes, la cual provee agua, comida y ayuda médica a los migrantes que cruzan el desierto. 

El Dr. Warren fue arrestado por la Patrulla Fronteriza el 17 de enero del 2018, junto con dos migrantes que recibieron atención médica, cerca de Ajo, Arizona, uno de los corredores migratorios más peligrosos a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos y también un espacio muy utilizado por quienes buscan cruzar por lugares menos vigilados a fin de evitar ser detenidos por la Patrulla Fronteriza. 

Los delitos de los que fue acusado constituyen delitos graves que conllevan una sentencia de hasta veinte años de prisión. El juicio que inició el 12 de noviembre es el segundo en su contra, el primero tuvo lugar el 2018 pero el jurado de 12 personas no logró llegar a un acuerdo por lo cual se tuvo que reponer el procedimiento. Aunque inicialmente planeaba acudir a la audiencia solo por un rato como muestra de apoyo a la actividad de No Más Muertes, el juicio me pareció tan fascinante que decidí permanecer hasta el final de la audiencia. 

La sala, presidida por el H. Juez Raner C. Collins, estaba completamente llena de personas que acudieron, en su mayoría, a apoyar al acusado. Pude observar durante seis horas el interrogatorio de tres testigos presentados por los abogados defensores. Una y otra vez los testigos enfatizaron el trabajo vital que el acusado y los demás miembros de su organización proveen a los inmigrantes indocumentados en una zona del desierto en la que han muerto más de 3000 migrantes desde el año 2001. 

Una de las testigos informó haber participadoen un ejercicio de búsqueda y rescate en el desierto en la cual encontraron los restos de un migrante. Los abogados representantes del gobierno, por su parte, insistieron en la ilegalidad de la actividad del acusado, trataron de desacreditar a los testigos y probar que el Dr. Warren incurrió en una felonía al dar ayuda a migrantes indocumentados. 

Después del largo juicio, que se prolongó por más de una semana, el jurado finalmente dio a conocer su veredicto en favor del Dr. Warren declarándolo No Culpable de los delitos graves. 

La relevancia de este caso trasciende a los directamente implicados dadas las actuales políticas migratorias represivas e inhumanas hacia los migrantes, incluidos los solicitantes de asilo, equiparándolos con terroristas y utilizando el argumento de la seguridad nacional para justificar este trato. 

Aunque el veredicto haya sido positivo para el acusado, no deja de ser preocupante que el gobierno esté criminalizando no solo a los migrantes, sino también a quienes de manera generosa dedican esfuerzos a aliviar el sufrimiento y evitar más muertes en el desierto. 

Repetidamente la actual administración de Estados Unidos ha demostrado su rechazo hacia los migrantes al promulgar leyes y políticas migratorias que buscan limitar su número, sin importar que para lograrlo tenga que separar familias, llevarlos a centros de detención migratoria privados, o incluso violar los protocolos internacionales sobre el derecho de asilo al obligar a muchos solicitantes a esperar en México hasta que su caso sea resuelto, lo cual puede tomar varios meses. 

 Sin duda, el caso de Scott Warren lanza una señal de alerta para las diversas organizaciones humanitarias que operan en la región fronteriza entre México y Estados Unidos, su labor está bajo la lupa del gobierno y continuará tratando de limitarla tanto como sea posible, lo cual puede tener un efecto mortal para los migrantes que se benefician de la ayuda que estos voluntarios proveen en el medio del desierto.    

*Egresado del programa de doctorado de El Colegio de Sonora.


Scroll to Top