Observatorios Urbanos


Portales, lunes 7 de octubre de 2019, año 18, número 768
colson

Luis Ernesto Flores Fontes

El efecto retardado de los sistemas de Transparencia y Anticorrupción 

En México se creó el Sistema Nacional de Fiscalización (SNF) en 2010, el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), que subsumió al SNF en mayo de 2015 y el Sistema Nacional de Transparencia (SNT) el 23 de junio de 2015. En Sonora, se creó el Sistema Estatal de Transparencia en junio de 2016 y el Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) entre julio y octubre de 2017. Es probable que en los estados se hayan creado sistemas semejantes con el mismo objetivo: coordinar acciones para hacer eficaces y eficientes las políticas públicas de transparencia y combate a la corrupción.

¿Quiénes integran estos grandes sistemas y cuáles son sus resultados? La multiplicidad de sistemas tiene efecto mediático, pero no opera fácilmente. Atacan un problema que ocupa de momento la agenda política, pero debido a la diversidad de instancias que los integran, tardan mucho en tener un impacto real. Son grandes moles estructurales que se mueven lentamente y tienen un efecto retardado en las instituciones locales. 

En el portal del SNF (http://www.snf.org.mx/antecedentes.aspx) se informa que está integrado por “la Auditoría Superior de la Federación, la Secretaría de la Función Pública, los Órganos Internos de Control de la Administración Pública Federal, las Entidades de Fiscalización Superiores Locales y los Órganos Estatales de Control”. En el portal del SNA (http://sna.org.mx/nosotros.html#antecedentes) se dice que “está integrado por el Comité Coordinador, el Comité de Participación Ciudadana, el Comité Rector del Sistema Nacional de Fiscalización y los Sistemas Locales Anticorrupción. También cuenta con una Secretaría Ejecutiva y una Comisión Ejecutiva”. 

El SNT se integra por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, los Organismos Garantes de las Entidades Federativas, la Auditoría Superior de la Federación, el Archivo General de la Nación y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Ver en: http://www.snt.org.mx/index.php/home/integrantes. 

En el informe de trabajo del año 2018 del ISTAI, el órgano garante de la transparencia en Sonora (http://www.transparenciasonora.org/files/informes/informe_istai_2018.pdf), se subrayan sus cuatro tareas fundamentales: “garantiza el acceso a la información […] difunde la cultura de la transparencia […] promueve el ejercicio del derecho de acceso a la información pública gubernamental y protege los datos personales […] y capacita tanto a los entes de gobierno en el mejor cumplimiento de sus responsabilidades, como a la sociedad civil en el aprovechamiento de la prerrogativa” (p. 2).

Además de las funciones sustantivas, el ISTAI cumple otras “representatividades”: “Es integrante del Sistema Estatal Anticorrupción […] Preside el Secretariado Técnico Local del Gobierno Abierto [… y] Preside el Sistema Estatal de Transparencia (representados ahí los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, todos los Ayuntamientos, el Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización, la Secretaría de la Contraloría y la de Educación y Cultura, así como la Consejería Jurídica del Ejecutivo)” (p. 20).

¿Cómo impacta en su quehacer sustantivo, la pertenencia del ISTAI a esas “representatividades” locales y/o nacionales? No lo sabemos. 

El informe aludido reseña la asistencia a eventos nacionales, pero no detalla compromisos derivados de ello: “Asimismo, [los comisionados] atendieron cuatro sesiones del Sistema Nacional de Transparencia, dos del Sistema Nacional Anticorrupción, dos talleres sobre operación de la Plataforma Nacional de Transparencia, dos reuniones con el Instituto Nacional de Transparencia, así como tres foros en los que el tema central fue el acceso a la información, dos más sobre protección de datos personales, dos de gobierno abierto y uno para el estudio de casos relevantes en recursos de revisión en México” (p. 20). Si se toma el caso del ISTAI en Sonora como referencia, se puede concluir que los grandes sistemas no impactan (o tardan en hacerlo) la dinámica de los gobiernos estatales y municipales, que suele ser ejecutiva, pragmática y orientada a las tareas rutinarias y a los problemas del día a día. 

 *Candidato a Doctor en Ciencias Sociales por El Colegio de Sonora. 


Scroll to Top